¿Qué es el 'dropshipping'?
El dropshipping es una de las múltiples puertas de negocio que ha abierto el comercio electrónico. Las nuevas tecnologías no solo han revolucionado la logística del almacén, sino que han introducido nuevas tendencias de mercado como el click and collect, el buy online and pick up in store, etc.
Entre todas ellas, el dropshipping se ha erigido como una de las más habituales en los últimos años. Así lo señala un estudio de la consultora de venta online norteamericana SaleFreaks, elaborado entre 2016 y 2018, que cifra en un 146% el crecimiento de las ventas en eBay mediante dropshipping.
Todas estas nuevas prácticas vienen a dar respuesta al aumento de la demanda de productos que ha supuesto el comercio electrónico. De hecho, según un estudio del que se ha hecho eco Forbes, el ecommerce moverá, para 2022, un volumen de negocio de más de 6 billones de dólares.
'Dropshipping': cuando venta y logística no van de la mano
El dropshipping es una práctica de comercio online en el que un intermediario (dropshipper) realiza una venta, pero no es él quien envía el producto. De esta manera, este proceso de venta sin stock se realiza a través de un acuerdo inicial entre el minorista y el mayorista, que es el que se encargará de todo el proceso logístico (almacenamiento, envío, etc.).
En esta tendencia de mercado se produce una simbiosis entre intermediario y poseedor de la mercadería, pues se reparten las etapas del proceso de venta: el primero se encarga de efectuar la venta y el mayorista de que el producto llegue al cliente final en el tiempo, el estado y las condiciones aceptadas previamente.
Pero, ¿cómo funciona este negocio? Los términos del contrato entre ambas partes nacen de un acuerdo inicial en el que se establece que el dropshipper se encarga de promocionar el producto en su portal web, ahorrándose el coste de almacenar y enviar la mercadería.
Ventajas e inconvenientes del ‘dropshipping’
El dropshipping es una modalidad de comercio electrónico que se basa en la coordinación entre intermediario y mayorista para que la cadena de venta del producto tenga éxito. Esta tendencia de consumo tiene múltiples ventajas (y también inconvenientes) tanto para mayoristas como para dropshippers.
Para el mayorista: ventajas
- El mayorista se olvida de los procesos de venta: la empresa puede centrar sus esfuerzos en garantizar un servicio logístico en las etapas más complejas y costosas, como el transporte de mercaderías o gestión de la última milla.
- Más beneficio: un reciente estudio de un proveedor de software de dropshipping señalaba que los mayoristas que apuesten por este acuerdo con portales de venta externos pueden potenciar su negocio en hasta un 50%, dependiendo del sector. ·
- Mayor comodidad: la gestión de la publicidad y de la venta se excluyen de la actividad habitual del mayorista, con lo que puede focalizarse en dar una respuesta eficaz a procesos complejos como el almacenaje o la preparación de pedidos.
Para el mayorista: inconvenientes
- Peor atención al cliente: una eventual desavenencia a la hora de atender a un cliente puede derivar en una mala reputación para el producto.
Para el dropshipper: ventajas
- No hay gestión de stock ni de pedidos: puede dedicarse enteramente al proceso de venta.·
- No hay gastos de personal: todas las actividades logísticas irán a cargo del mayorista que, por el contrario, no estará presente en la venta directa al usuario. ·
- Menor inversión: el intermediario tendrá que pagar un precio menor que el valor de mercado del producto, por lo que siempre existirá un margen de beneficio, por pequeño que sea.
- Flexibilidad: el dropshipper puede fácilmente cambiar de producto o añadir otros según las tendencias del mercado. Así pues, el portal web podrá suscribir múltiples contratos con diversos proveedores a fin de disponer de un mayor catálogo.
Para el dropshipper: inconvenientes
- No hay control sobre los envíos: el principal inconveniente de esta nueva práctica de comercio reside en que el intermediario no tiene control sobre el envío al cliente, ni al mayorista le llega la orden del cliente, con lo que aumenta la probabilidad de error en la preparación del pedido o en la entrega del mismo.
- Poco margen de beneficio: al repartirse el proceso de comercialización de un producto, ambos ven reducidos su margen de beneficio al ceder parte del negocio a un tercero.
- Especialización en marketing digital: aunque esta técnica elimina casi cualquier coste logístico, pues no exige gastos en personal ni en almacenamiento, sí que demanda una inversión en marketing digital para captar clientes.
- Problemas de coordinación: el hecho de tener una cartera amplia de productos puede llegar a volverse en contra: a más oferta, más difíciles son las campañas de posicionamiento y más complicada la coordinación entre minorista y proveedor.
Cómo hacer ‘dropshipping’: claves del éxito
¿Cuál es la estrategia que deben seguir tanto el mayorista como el dropshipper para que el proceso de venta sea un éxito?:
- Posicionamiento en un nicho de mercado con alta demanda
- Acuerdo firme y estable entre intermediario y mayorista
- Inversión constante en marketing digital
- Control de la satisfacción del cliente para garantizar que el proceso de venta ha sido un éxito
Ante todo, ambos socios deben asegurarse de que apuestan por productos con demanda, que puedan posicionar rápidamente en internet y, sobre todo, evitar nichos de mercado ya saturados.
Tras elegir cuidadosamente los productos que se ofrecerán en el portal, el intermediario debe llegar a un acuerdo con el mayorista ─tanto metodológico como económico─ que marcará el margen de beneficio que obtendrá de cada venta y establecerá el proceso de comunicación entre el poseedor de la mercadería y el intermediario.
La logística como desafío del ‘dropshipping’
En el dropshipping la relación entre el dropshipper y el mayorista es fundamental. Esta debe funcionar como un engranaje perfectamente engrasado para que los envíos no se transformen en devoluciones y evitar así la pérdida de clientes.
Si una buena inversión es primordial para que el dropshipper pueda captar clientes, el mayorista debe contar con un plan logístico para dar respuesta a los retos que supone la logística 4.0: omnicanalidad, estándar de entrega en 24 horas y la manipulación de más referencias y de menor tamaño (lo que dificulta su gestión en el almacén).
La solución pasa por incorporar sistemas informáticos, como un software de gestión de almacén para ecommerce. Estos incrementarán la eficacia del almacén y, sobre todo, reducirán errores tanto en el proceso de picking como en la zona de expediciones, lo que puede lastrar todo el proceso de venta. Al fin y al cabo, el encargado de la logística inversa es el mayorista.
El objetivo de ambos ─intermediario y proveedor de la mercadería─ es lograr un acuerdo que garantice el flujo óptimo de entrega del producto desde que el cliente lo ha adquirido en el ecommerce hasta que lo recibe, dónde y cuándo él haya escogido.